Este concepto propone que la economía moderna está compuesta por dos grandes dominios interrelacionados:
Economía Tangible (ET)
Se refiere a la economía tradicional de bienes físicos y servicios, donde el valor se mide por elementos concretos y mensurables, como productos manufacturados, recursos naturales, infraestructura, etc. Aquí, los costos y beneficios son generalmente predecibles y las dinámicas de oferta y demanda son más claras, influenciadas principalmente por factores de producción, logística y capital.
Economía Intangible (EI)
Este dominio incluye el valor que no se manifiesta directamente en bienes físicos, pero que tiene un impacto significativo en el mercado y en la sociedad. Ejemplos incluyen el capital intelectual, los activos digitales, la reputación, la propiedad intelectual y las emociones del consumidor. A diferencia de la ET, el valor en la EI es más abstracto y subjetivo, lo que dificulta su cuantificación directa. La EI está fuertemente vinculada a la economía digital, las plataformas de redes sociales y las dinámicas culturales.
Interacción entre ET y EI
Sinergia y Crecimiento: Las empresas que logran fusionar de manera eficiente ambos dominios son más competitivas. Un buen ejemplo es la industria tecnológica, donde se producen bienes tangibles (dispositivos) pero el verdadero valor reside en intangibles (software, redes sociales, ecosistemas de datos).
Desigualdad en la Valoración: A medida que la EI gana relevancia, las desigualdades en la economía pueden acentuarse, ya que el acceso al capital intangible no es tan equitativo como el acceso a bienes tangibles.
Influencia en el Mercado Financiero: El EDTI puede ayudar a explicar fenómenos donde los precios de activos no reflejan la realidad física de los bienes, pero están impulsados por factores intangibles, como la especulación o las expectativas de los consumidores.
Este concepto podría servir como marco teórico para desarrollar un análisis más profundo sobre cómo interactúan las economías tangibles e intangibles en el mundo moderno, y cómo ambas están afectadas por la tecnología, la cultura y la percepción pública.
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